Maestros artesanos

Durante su aprendizaje de guarnicionero había adquirido los conocimientos suficientes y la pericia de coser a mano kilómetros de bridas, cabezadas, y demás ornamentos de caballería especialmente elaborados para la Casa Real cuando veraneaba en San Sebastián. También revestía con cuero todo tipo de cajas, mesas, etc; incluso realizó en cuero también mangueras para riego.

Con 22 años montó un pequeño taller situado en una buhardilla de la calle San Jerónimo, donde en el tejado tostaba al sol las pieles utilizadas para fabricar las maletas que solicitaban los viajeros de aquella época, consiguiendo así el color más deseado en aquel momento.

Aquel joven y emprendedor artesano no imaginaba la dimensión que adquiriría años después su pequeño negocio gracias al tesón, pasión y entrega que empleó junto con su futura mujer Pepi Baragaña, involucrada junto a él en la aventura marroquinera.

En su creación se combinaba la gran destreza como artesano de Manolo y el exquisito gusto a la hora de diseñar los detalles en los acabados que imprimía Pepi.

Pepi desarrolló su destreza en el taller de alta costura familiar que sacó adelante su madre, acreditada modista que había trabajado como oficial de primera de Balenciaga durante la Belle Epoque en San Sebastián

El matrimonio no tardó en reunir una fiel clientela seguidora de sus productos, que pronto se convirtieron en sinónimo de calidad, distinción y refinamiento.

La firma adquiere mayor notoriedad gracias a la perfección de sus manufacturados y a la gran labor comercial que Pepi realizó en el establecimiento que se abrió en la planta baja.

En la actualidad, en el local de la calle San Martín, además de la tienda se encuentra la sede social y un laboratorio taller en el que se elaboran de forma artesanal todas las creaciones de la marca y donde se realizan labores de investigación y prueba de materiales.

En 1977 Pepi Baragaña diseñó el tirador metálico de sus bolsos inspirándose en los bloques de piedra de sillería que presiden las fachadas de los edificios históricos de San Sebastián.

La entrada escalonada en el negocio de los siete hijos fruto del matrimonio, añade en gran medida esta rigor en el trabajo, así como frescura y creatividad, lo que ha convertido hoy a BOX San Sebastián en una marca marroquinera de referencia , con una reconocida clientela proveniente de diferentes países.

Esta estrategia se abrió paso a paso entre sus clientes, que en aquellos años también solicitaba algunas reproducciones de las mejores creaciones de los maestros marroquineros franceses.

Guiar permanentemente sus talleres y estar en contacto con el público dirigiendo día a día sus tiendas, permite a los hermanos González-Baragaña realizar una constante investigación, y adaptar BOX San Sebastián a los nuevos tiempos, logrando que sus diseños sean ante todo, cómodos, funcionales y resulten contemporáneos.

En 1977 Pepi Baragaña diseñó el tirador metálico de sus bolsos inspirándose en los bloques de piedra de sillería que presiden las fachadas de los edificios históricos de San Sebastián.

Ofreciendo Calidad

Son ya tres generaciones de mujeres las que disfrutan de este modelo tan versátil. Su sobria belleza y singular forma, son el secreto de la permanente juventud que lo ha convertido en el bolso BOX San Sebastián más deseado.

Para ello, Gerardo González, desarrolló un forro de jacquard que desde entonces está presente en todos sus productos.

Desde mediados de los años 80 y debido a la notoriedad en el mercado de BOX San Sebastián, la empresa es requerida por diferentes fabricantes y marcas, cautivados por sus creaciones y saber hacer, iniciando una etapa de colaboraciones para el diseño y asesoramiento de colecciones en el mundo de la marroquinería.

Desde la adolescencia Gerardo González ha heredado gran pasión por “el arte de la piel” que le enseñó su padre, excelente y reconocido marroquinero.

Con un talento artístico natural y una creatividad en constante evolución, utiliza el conocimiento de la piel y sus secretos, adopta la calidad como emblema y conduce y da forma al universo estilístico de BOX San Sebastián.

El estribo es una pieza metálica de identidad de los diferentes arreos que se construyen para los revestimientos de piel en caballería. Manolo apreciaba especialmente el estribo cuando empezó de aprendiz como guarnicionero. El estribo y diversas piezas de guarnicionería decoraban la tienda-taller de la calle Fuenterrabía.

BOX San Sebastián rinde homenaje a sus raíces guarnicioneras, vinculando más aún el espíritu artesano y marroquinero que la marca imprime a la elaboración de sus productos, realizados en pequeñas series y hechos a mano, convirtiéndolos de esta manera en piezas únicas.

El estribo es una pieza metálica de identidad de los diferentes arreos que se construyen para los revestimientos de piel en caballería. Manolo apreciaba especialmente el estribo cuando empezó de aprendiz como guarnicionero. El estribo y diversas piezas de guarnicionería decoraban la tienda-taller de la calle Fuenterrabía.

BOX San Sebastián rinde homenaje a sus raíces guarnicioneras, vinculando más aún el espíritu artesano y marroquinero que la marca imprime a la elaboración de sus productos, realizados en pequeñas series y hechos a mano, convirtiéndolos de esta manera en piezas únicas.

Realiza al mismo tiempo su primera incursión en el mundo de la perfumería lanzando al mercado ESENCIA DE PIEL, perfume inspirado en el aroma que desprenden las pieles de BOX.

Conocedores del éxito de sus productos entre la selecta clientela Japonesa que llega a sus tiendas en San Sebastián, proyecta consolidar ese exigente mercado en los próximos años.

Gracias a una preparación especial de la piel y con pegamentos de silicona logramos que el papel de periódico quede totalmente fundido resultando una colección única y exclusiva.

En su creación se combinaba la gran destreza como artesano de Manolo y el exquisito gusto a la hora de diseñar los detalles en los acabados que imprimía Pepi.

Pepi desarrolló su destreza en el taller de alta costura familiar que sacó adelante su madre, acreditada modista que había trabajado como oficial de primera de Balenciaga durante la Belle Epoque en San Sebastián

El matrimonio no tardó en reunir una fiel clientela seguidora de sus productos, que pronto se convirtieron en sinónimo de calidad, distinción y refinamiento.

La firma adquiere mayor notoriedad gracias a la perfección de sus manufacturados y a la gran labor comercial que Pepi realizó en el establecimiento que se abrió en la planta baja.

En la actualidad, en el local de la calle San Martín, además de la tienda se encuentra la sede social y un laboratorio taller en el que se elaboran de forma artesanal todas las creaciones de la marca y donde se realizan labores de investigación y prueba de materiales.

En 1977 Pepi Baragaña diseñó el tirador metálico de sus bolsos inspirándose en los bloques de piedra de sillería que presiden las fachadas de los edificios históricos de San Sebastián.

La entrada escalonada en el negocio de los siete hijos fruto del matrimonio, añade en gran medida esta rigor en el trabajo, así como frescura y creatividad, lo que ha convertido hoy a BOX San Sebastián en una marca marroquinera de referencia , con una reconocida clientela proveniente de diferentes países.

Esta estrategia se abrió paso a paso entre sus clientes, que en aquellos años también solicitaba algunas reproducciones de las mejores creaciones de los maestros marroquineros franceses.

Guiar permanentemente sus talleres y estar en contacto con el público dirigiendo día a día sus tiendas, permite a los hermanos González-Baragaña realizar una constante investigación, y adaptar BOX San Sebastián a los nuevos tiempos, logrando que sus diseños sean ante todo, cómodos, funcionales y resulten contemporáneos.

En 1977 Pepi Baragaña diseñó el tirador metálico de sus bolsos inspirándose en los bloques de piedra de sillería que presiden las fachadas de los edificios históricos de San Sebastián.

Ofreciendo Calidad

Son ya tres generaciones de mujeres las que disfrutan de este modelo tan versátil. Su sobria belleza y singular forma, son el secreto de la permanente juventud que lo ha convertido en el bolso BOX San Sebastián más deseado.

Para ello, Gerardo González, desarrolló un forro de jacquard que desde entonces está presente en todos sus productos.

Desde mediados de los años 80 y debido a la notoriedad en el mercado de BOX San Sebastián, la empresa es requerida por diferentes fabricantes y marcas, cautivados por sus creaciones y saber hacer, iniciando una etapa de colaboraciones para el diseño y asesoramiento de colecciones en el mundo de la marroquinería.

Desde la adolescencia Gerardo González ha heredado gran pasión por “el arte de la piel” que le enseñó su padre, excelente y reconocido marroquinero.

Con un talento artístico natural y una creatividad en constante evolución, utiliza el conocimiento de la piel y sus secretos, adopta la calidad como emblema y conduce y da forma al universo estilístico de BOX San Sebastián.

El estribo es una pieza metálica de identidad de los diferentes arreos que se construyen para los revestimientos de piel en caballería. Manolo apreciaba especialmente el estribo cuando empezó de aprendiz como guarnicionero. El estribo y diversas piezas de guarnicionería decoraban la tienda-taller de la calle Fuenterrabía.

BOX San Sebastián rinde homenaje a sus raíces guarnicioneras, vinculando más aún el espíritu artesano y marroquinero que la marca imprime a la elaboración de sus productos, realizados en pequeñas series y hechos a mano, convirtiéndolos de esta manera en piezas únicas.

El estribo es una pieza metálica de identidad de los diferentes arreos que se construyen para los revestimientos de piel en caballería. Manolo apreciaba especialmente el estribo cuando empezó de aprendiz como guarnicionero. El estribo y diversas piezas de guarnicionería decoraban la tienda-taller de la calle Fuenterrabía.

BOX San Sebastián rinde homenaje a sus raíces guarnicioneras, vinculando más aún el espíritu artesano y marroquinero que la marca imprime a la elaboración de sus productos, realizados en pequeñas series y hechos a mano, convirtiéndolos de esta manera en piezas únicas.

Realiza al mismo tiempo su primera incursión en el mundo de la perfumería lanzando al mercado ESENCIA DE PIEL, perfume inspirado en el aroma que desprenden las pieles de BOX.

Conocedores del éxito de sus productos entre la selecta clientela Japonesa que llega a sus tiendas en San Sebastián, proyecta consolidar ese exigente mercado en los próximos años.